
- Supongo
que no es agradable viajar con alguien que vomita, así que te pido que me
disculpes -me sincere con Dely.
- No te preocupes amiguito nadie está libre de una
desgracia -sonríe.
Le había dicho que odio los diminutivos, pero
olvida rápido. Regrese a mi asiento, junto a la ventana del bus; allí
estaba mi libro, tenía un poco de lo que había comido hace un par de horas,
solo que esta vez olía mal. Fatigado, y con un aspecto de zombi, mire por la
ventana, y entonces pensé: “Cuando salga de esto quiero tener sexo”.
Evento desafortunado
#2
El bus
empezó a moverse mientras limpiaba las páginas de Camus; entre ellas, encontré
mi separa páginas, el único objeto que había resultado sin daños aparentes de
aquella avalancha de arroces y cebollas que sometí sin piedad a todo lo
que me rodeaba.
Es curioso
el separa páginas que utilizo, teniendo en cuenta que ni siquiera es un separa
paginas propiamente dicho, es una fotografía antigua, que a juzgar por sus
detalles es de hace unos veinte o quince años aproximadamente. Ya no
recuerdo como llegó a mí; lo único que encuentro a mi cabeza es una vaga imagen
de haberla visto sobre la tapa de un cassette de VHS, esos que ya casi nadie
utiliza. “La Fabulosa Wendy” y Wendy con letras rojas es una actriz porno de la
década de los 90's. Una rubia de senos
monstruosamente grandes y labios color escarlata, cuya mirada tímida y
sonrisa bastante forzada sugiere muchas intenciones. Su nombre completo es
Wendy Whoppers y según Wikipedia incrementó el tamaño de sus senos
más de una vez, filmo más de 150 películas, y siempre se rehusó al sexo
anal. Actualmente está fuera del negocio, y sus fotografías sirven como separa
páginas para caballeros cuya naturaleza no suele permutarse fácilmente.
Ahora recuerdo por que la llevo
conmigo; la miro, y me doy cuenta que es algo más que la portada de una
de una de sus tantas películas porno en VHS; es su forma de mirarme, sonreírme, y contarme el déjà vuque no logro comprender.
Es curioso el separa páginas que utilizo, y es que
supongo que de los pocos asiduos lectores que esgrimen objetos como estos,
ninguno lleva la imagen de una actriz porno de hace veinte años para guardar el
hilo de sus historias. Espero equivocarme.
Poco antes
de terminar nuestro viaje inesperado Dely se fracturo el talón, lo que dijo era
cierto: “Nadie está libre de una desgracia”.